Para poder garantizar la productividad y mantener esta modalidad de trabajo a distancia, hay una serie de puntos a tener en cuenta que te ayudarán a organizar tu jornada de trabajo y poder tener tiempos adecuados de descanso. Hoy te damos ocho consejos sobre cosas que debes hacer al menos media hora antes de desconectarte.
Hasta que puedas conocer tu rutina de trabajo, intenta colocar un temporizador o recordatorio entre veinte o treinta minutos antes de tu horario de cierre de sesión, que te permita concluir tus tareas, chequear actividades de último momento y planear cuáles quedarán para mañana.
Serás menos productivo si atiendes un e-mail cada vez que llega o si entras intermitentemente a la tu bandeja de correo electrónico. Lo mejor que puedes hacer es ingresar a lo sumo dos o tres veces por día, revisa y responde lo que corresponda y que ese período no supere los diez minutos.
Nada hace perder más el tiempo que no saber por dónde comenzar tu jornada laboral. Por ello, antes de cerrar la sesión y terminar el día, elabora un cronograma o una lista de tareas para comenzar al otro día. De esa forma, ahorrarás valioso tiempo y sin duda, trabajarás más organizado.
Si no terminaste con lo que te habías propuesto ¡no es el fin del mundo! Lo más importante es poder reconocer cuáles fueron tus logros y qué te resta hacer para el día siguiente. Mirar desde esa perspectiva tu propio trabajo te servirá para reconocer puntos débiles pero también tus fortalezas.
Muchas veces se aceptan tareas que luego resulta tortuoso poder cumplir a tiempo. ¿Te ha pasado que sientes que necesitas más plazo para un trabajo asignado? Debes ser sincero respecto de esto contigo mismo y poder comunicarlo a tu equipo. De esa forma, y hacia futuro, podrás organizar mejor tu rutina.
El hecho de que no veas todos los días cara a cara a tus compañeros de trabajo no implica que no debas tener una relación con ellos. Es importante que te tomes el tiempo de conocerlos, que les preguntes cómo están y cómo van sus vidas, además de consultar, lógicamente, los aspectos laborales antes de cerrar el día.
Antes de que termines tu día establece comunicación con tu jefe, en lo posible que no sea por un correo electrónico, para ponerlo al día de los avances del trabajo y sobre lo que resta hacer. Esto te evitará sorpresas de último momento o encargos sobre la hora. ¡Claridad ante todo!
Una vez que hayas dedicado media hora a revisar todos los puntos anteriores, controla que cada día cierres tu jornada laboral a la misma hora. Y terminar tu jornada laboral implica cerrar todas las ventanas abiertas, programas, herramientas, bandeja de correo electrónico y cualquier otro dispositivo que se relacione con tu actividad.
En lo posible apaga el equipo. Pero si luego lo usarás para ver una serie o película, asegúrate antes de que no hay indicios de trabajo. ¡Mismo caso para el celular!
Tu productividad y éxito en el mundo remoto dependerán de que puedas mantenerte focalizado y organizado antes, durante y después de realizar tu trabajo. Verás como con estos consejos, te sentirás más aliviado y menos cansado al final del día.