Muchas personas se han encontrado, de repente, con que deben trabajar bajo el modo home office, aún sin saber muy bien cómo hacerlo. Muchos otros, quizás le han encontrado el gustito, y quieren saber más métodos y consejos acerca de la manera más exitosa para hacerlo. Sea cual sea tu caso, este artículo te brindará tips útiles para poder sobrellevar esta modalidad virtual, como tantos otros trabajadores lo vienen haciendo ya hace algunos años. ¡A anotar!
Las personas que de un día para el otro han tenido que reconvertir sus trabajos de oficina a la modalidad home office, puede que hayan sentido el peso de trabajar más horas. Y posiblemente haya sido, pero porque no han sabido organizarse. Es necesario delimitar cuáles son los objetivos diarios (realistas) de trabajo diario y cumplirlos. Si te llegase a faltar tiempo, puedes conversar con tu jefe de equipo, para que te extienda los plazos, de ser posible.
Ni trabajar en la cama ni trabajar recostado. Un verdadero remoto exitoso, cuenta con un lugar de trabajo que le permita tener lo necesario a mano, y no ser molestado mientras desarrolla sus actividades. Sabemos que quizás por la cuarentena tengas toda tu familia en casa (y eso incluye niños), pero intenta destinar un rincón con un buen escritorio (o una mesa con la altura adecuada) y una silla confortable, que te permita una postura erguida. Más tips en nuestra nota "Cómo organizar tu espacio de trabajo"
Nadie nació sabiendo todo. Y mucho menos logrará aprenderlo de un día para el otro. Por este motivo, no tengas vergüenza para preguntar todo aquello que no entiendas. Puede ser cómo unirse a una videoconferencia, subir archivos a la nube o cualquier otra habilidad que antes no te haya sido necesaria para desarrollar tu labor y sea completamente desconocida para ti. También recuerda que muchas plataformas están ofreciendo cursos gratuitos, entre los que podrás despejar tantísimas dudas y adquirir habilidades útiles para desempeñarte dentro del mundo del trabajo remoto.
Está comprobado que la mente humana funciona mucho mejor si se la deja descansar entre actividades. Por eso, cada dos o tres horas, sal de la computadora, camina un poco alrededor, toma un poco de aire fresco por la ventana, y recién allí vuelve a tus tareas. Verás que te ayudará a estar más concentrado y menos presionado.
Es real que muchas personas, como consecuencia del aislamiento, comparten su espacio de trabajo con su familia, pareja o hijos. Esto, sumado a las redes sociales, el celular encendido todo el día, y otros factores producen distracciones y dificultan el avance del trabajo. Por ello, en lo posible, aíslese en un sector sin gente, no revise el celular de ser posible y póngase objetivos de trabajo por hora. También existen algunas extensiones de Chrome que te pueden ayudar a minimizar las distracciones, como publicidades, imágenes, videos y demás.
Una buena comunicación es la base de todo buen equipo de trabajo. Por eso, es necesario participar activamente de los grupos que tengas, de las videoconferencias y de los e-mails. De esta forma, evitas malentendidos, y, lo que es más importante, generas un buen clima laboral, pues cada uno puede aportar lo suyo, y discutir, en vivo y en directo, lo que sea necesario para lograr los mejores resultados.
Si bien puede que estar en la casa dificulte mantener hábitos deportivos, intenta, por lo menos, estirar el cuerpo una media hora, cada día. Al pasar varias horas con la computadora, el cuerpo se fatiga y necesita descanso. Del mismo modo, ingiere alimentos nutritivos, nada de comida chatarra; también evita los “picoteos” entre comidas, pues no hacen más que llevarte a un estilo de vida sedentario, que puede complicarse con el home office.
Es una falacia que trabajar en pijama “sea lo mejor” del home office; todo lo contrario. Para poder tener una buena rutina de trabajo, debes decirle a tu cuerpo y a tu mente que llegó el momento de levantarse y encarar el día. Eso implica, sacarse el pijama, tomar un buen desayuno y disponer todo el ambiente para que tengas un día de trabajo, tal como si lo tuvieses en tu oficina, solo que ahora estás en la comodidad de tu casa.
Sabemos que los cambios repentinos son difíciles, pero no imposibles. Si sigues estos consejos, y sobre todo, aprendes a observar con detalles los beneficios del home office, podrás agarrarle el gusto, y hasta quizás en algún momento quieras dedicarte de lleno a él. ¡Ánimo!