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La comunidad de Weremoto nos cuenta qué tan “quemada” está en relación a
su trabajo.
El burnout es una palabra que puede sonar poco familiar, pero es un concepto más que experimentado por muchos trabajadores remotos. Se trata del estrés laboral crónico que se manifiesta con niveles de agotamiento y la imposibilidad de relajarse luego de terminar la jornada laboral. Weremoto realizó una encuesta a los lectores del blog con las herramientas de BurnoutIndex y Yerbo: la comunidad dijo experimentar burnuout varias veces al mes. Te invitamos a conocer los resultados obtenidos, y a leer consejos sobre cómo evitar este malestar propio de la época.
Cuando se habla de bornout, se hace referencia a un concepto definido por cuatro variables: agotamiento, cinismo, ineficacia y despersonalización. Se refiere, por lo tanto, a un tipo de estrés laboral crónico que debe ser interpretado como un malestar que supera al simple cansancio por trabajar varias horas. Se transforma en perjudicial cuando afecta el desarrollo del trabajo, y puede ser identificado con gran facilidad dentro del trabajo remoto o el mundo freelance, pues existe la sensación de que “siempre se trabaja más”.
Si bien el burnout no es propio del trabajo remoto, adquiere características especiales dentro él, especialmente en aquellos que trabajan en horario fijo. Muchos testimonios de remotos en el mundo señalan que el hecho de trabajar en casa, sin interacción con otras personas y sin pausas para descansar y conversar con compañeros de oficina, más largas horas de trabajo frente a la computadora pueden resultar en un combo explosivo. El estrés laboral es una realidad, por lo que es necesario advertirlo a tiempo para poder revertirlo.
Como te dijimos, son cuatro los factores que indican la presencia del burnout. Si experimentas alguno de ellos, posiblemente es hora de cambiar algunos de tus hábitos.
Se manifiesta como un cansancio físico pero, especialmente, mental, producto de jornadas excesivas de trabajo. Todo ser humano tiene un límite de energía física y emocional; si sientes que tu cansancio es ya una constante en tu vida, posiblemente tengas que revisar qué estás haciendo mal, lo que incluye hábitos alimenticios, horas frente a la computadora, cantidad de descansos, tiempo de valor con la familia, entre otros.
Dentro del mundo laboral, el cinismo se manifiesta como una actitud alejada y distante con las tareas que se deben realizar, sobre todo cuando pasas largo tiempo sin recibir ningún tipo de “compensación” o reconocimiento por tu trabajo. En ese punto, el trabajador siente que “todo le da lo mismo” y deja de ser productivo, lo que claramente significa un riesgo para él y para la empresa. Se recomienda, ante este panorama, poder revisar qué tipo de tareas generan satisfacción y trabajar con objetivos estipulados a corto plazo.
Se trata de una sensación, que no siempre se condice con la realidad, de estar haciendo las cosas mal o de forma poco productiva. Esto no hace más que aumentar la inseguridad y el malestar emocional, generando un círculo vicioso de ineficiencia en las tareas asignadas. Para solucionarlo, se sugiere que el trabajador se cuestione a sí mismo sobre qué incentivos le están faltando para poder gestionar el feedback con compañeros y jefes, además de revisar qué tipo de capacitaciones cree que le están faltando para mejorar su perfomance.
Por último, un factor que puede ser indicador del burnout es la despersonalización. Esta se basa en la distancia que toma un trabajador respecto de sus compañeros de trabajo (no necesariamente que asisten a la misma oficina) porque uno de ellos le genera algún tipo de malestar. Para estos casos, no solo se debe atender de manera personal cómo se manejan las emociones, sino que se puede trabajar para conseguir herramientas de habilidad social y manejar conflictos de manera cordial, respetuosa, sin que nadie termine quedando “quemado”.
Desde nuestro blog quisimos conocer qué le sucede a la comunidad de Weremoto respecto del bornout. Para ello se utilizó la herramienta de Burnout Index, una plataforma gratuita gestionada por la empresa Yerbo, que busca alertar sobre los riesgos laborales en la industria tecnológica. De esta forma, las empresas pueden medir los niveles de estrés laboral de sus empleados y poner en juego planes para erradicarlo, dado que empleados con estrés sin duda significa empleados menos productivos.
Las pruebas se realizan de manera anónima y cuantos más participantes haya, más acertados serán los resultados que se arrojen. Se trabaja con cuestionarios científicos realizados por profesionales de la psicología, que estandarizan resultados en un rango que va de 1 a 6, siendo seis alto riesgo de burnout.
263 personas accedieron al cuestionario que buscaba conocer su nivel de agotamiento laboral. El resultado general de la comunidad de lectores y visitantes de Weremoto expresó un resultado de 3,4. Esto quiere decir que los remotos latinoamericanos de nuestra comunidad sienten por lo menos una vez a la semana alguno de los indicadores de burnout que señalamos antes, y por lo menos unas cuantas veces al mes.
Los resultados difieren respecto de la edad y el género de quienes respondieron el cuestionario. Así, por ejemplo, las personas de entre 30 y 40 años son quienes más identifican que padecen alguna de las señales del burnout. Aunque, quienes tienen entre 20 y 30 años las experimentan en un porcentaje solo un poco menor.
Por otra parte, son las mujeres (126 contra 89 participantes varones) que expresan niveles más altos de estrés laboral, aunque quienes respondieron en “Otros” para la categoría de género, mostraron un índice de 5,75 de burnout, un valor demasiado alto.
Ante la aparición de cualquiera de los síntomas mencionados, es necesario hacer un autoanálisis respecto de la relación que se está estableciendo con el trabajo. Cada persona sabrá si está trabajando demasiado y es necesario gestionar mejor los tiempos. No obstante, la gran mayoría de los remotos coincide en que la mejor forma de evitar el burnout es estableciendo rutinas organizadas, que incluyen siempre descansos, realización de actividades deportivas, fortalecimiento de los vínculos familiares y afectivos y la posibilidad de desconectarse de los dispositivos cuando el horario laboral termina.
Por otra parte, los empleadores pueden hacer su parte gestionando sus equipos de manera eficaz, trabajando con objetivos claros, concretos y con plazos reales de realizar. A su vez, deben priorizar un buen ambiente de trabajo, más allá de que este sea virtual. Reuniones descontracturadas para conversar de temas que estén por fuera del trabajo y conocerse a nivel personal es un primer gran paso.
Las exigencias del trabajo tecnológico pueden superar a quienes recién empiezan. Como siempre decimos, el trabajo remoto está lleno de ventajas y beneficios, pero si no se cuida la salud física y mental, de poco sirven todas ellas.
