Estos tiempos modernos están caracterizados por la incertidumbre y la modernización, una combinación que, más allá de traer sus ventajas, tales como la posibilidad de trabajar desde casa, también trae sus desafíos. No es sencillo acostumbrarse de la noche a la mañana a nuevas rutinas.
El último censo llevado a cabo en 2019 por Buffer, empresa dedicada al trabajo en redes sociales, destacó que uno de los problemas más comunes entre los trabajadores remotos es lograr desconectarse, de verdad, luego de la jornada laboral diaria. Esto es sumamente grave, ya que no descansar el cerebro puede traer resultados devastadores, como el estrés.
Es por eso que acá te compartimos una lista con 5 consejos que podés seguir para poder encontrar el equilibrio y los limites entre tu vida personal y laboral.
¡Empecemos!
1. Delimitá los horarios
Al estar en casa nos topamos con miles de tareas diferentes para hacer: cocinar, lavar la ropa, limpiar la casa. Y de repente, en el medio de todos esos quehaceres, también debemos estar trabajando remotamente. He ahí el gran problema: todo está mezclado, nos perdemos, nos distraemos y nos agotamos.
Es por eso que es útil y beneficioso delimitar horarios claros para evitar estas confusiones. Es decir, saber que hay un momento específico que estará destinado sólo a tu trabajo remoto, una vez terminado dicho horario, es hora de frenar y olvidarlo hasta el día siguiente.
Ese será el momento para encargarte de tus otras tareas o de simplemente descansar, pero así evitarás perderte en tu propia rutina y agotar a tu cerebro y cuerpo.
2. Redefiní tu espacio
Otro consejo muy útil y en la misma línea que el anterior, es redefinir y delimitar tus espacios. Armar un espacio en tu hogar que sea propicio y cómodo para trabajar. De esa manera, podrás acomodar y tener a mano todas tus herramientas sin que éstas se mezclen con las demás cosas de tu casa.
Por otro lado, es también una buena idea ubicar un lugar en la vivienda que tenga una buena entrada de luz y buena ventilación, para sentirte fresco durante esas horas.
Una vez terminada tu rutina, podés habitar otras partes de tu hogar destinadas a la relajación o a otro tipo de quehacer, mientras ese rincón u oficina quedará ahí esperándote hasta la jornada siguiente.
3. Hablá con tus compañeros de trabajo
Aunque a veces lo olvidemos, la interacción con otras personas es de suma importancia para nuestra salud. Y este contexto pandémico nos ha alejado de toda interacción, sobre todo con los compañeros de trabajo.
Las salidas a cenar o charlas de pasillo con aquellas personas que forman parte de nuestros equipos de trabajo parecen haber quedado en el olvido. Sin embargo, no tiene porqué ser del todo así. Poder compartir y descargar con aquellos que nos entienden y viven nuestra misma situación, debe ser algo tenido en cuenta.
Es recomendable, al menos, lograr concretar videollamadas o chats para poder intercambiar pensamientos, opiniones e ideas con quienes pueden darte una mano y acompañamiento. ¡No dejés de hablar con tus compañeros!
4. Salí a tomar aire
Cuando termines tu jornada laboral, es una buena idea tener organizada alguna situación fuera de la casa. Aunque sea una vuelta por la plaza o una rutina de ejercicios al aire libre o en un gimnasio. Lo importante es salir del clima de trabajo.
A veces, estamos tan inmersos en nuestras actividades que no nos damos cuenta que, de repente, hace tres días que no salimos. Eso no es bueno y no ayuda contra el estrés. Y aún cuando actualmente existen restricciones, una vuelta por tu cuadra es un descanso que podés darte.
Tomar aire fresco, tomar un poco de sol y distraer la mente dejándola en contacto con el exterior es algo que nunca debés dejar de lado.
5. Creá un ambiente relajado y meditá
A veces, aún cuando llega la noche y estamos agotados mentalmente, nuestro cerebro no para de pensar en todo lo que resta hacer o, incluso, parece tener un ataque de creatividad y se llena de ideas. En resumen, estamos cansados pero no podemos descansar porque estamos acelerados.
Es por eso que un gran consejo para aprender a desconectar es generar un espacio que te incite a la relajación y, por qué no también, aplicar meditaciones a tu rutina diaria. Las meditaciones son muy beneficiosas para la salud, tanto para la mente como para el cuerpo.
La meditación es una disciplina meditativa milenaria y se ha comprobado que ayuda a mejorar el sueño y reducir el estrés. ¿Qué estás esperando para probarla?
En resumen, trabajar desde casa es uno de los beneficios más grandes de nuestra modernidad, sin embargo, hay que adaptar nuestras rutinas para que éstas sean lo más sanas posibles. Con un poco de organización y práctica ¡Todo se puede!
Desde WeRemoto esperamos haberte ayudado y que puedas aplicar estos consejos a tu cotidianidad para encontrar el equilibrio perfecto entre tu trabajo remoto y tu vida personal.