By: weremoto
October 10, 2019

Cómo organizar tu espacio de trabajo en el hogar

Para los trabajadores remotos que pasan la mayor parte del tiempo en su casa, es una preocupación (o debiera serlo) la cuestión sobre cómo organizar su lugar de trabajo. Uno pensaría que se trata solo de poner un escritorio, una silla y listo, pero en realidad, hay otras consideraciones a tener en cuenta, y que además resultan muy beneficiosas para la productividad y la creatividad. ¡A ponerlas en acción!

Escritorio y sillas adecuados

Un trabajador remoto pasará una gran parte de su día sentado frente a su portátil en un escritorio. Por ello, la elección de este espacio debe ser pensada, y que excede naturalmente a una simple elección por colores, formas o gustos personales.

La silla debe tener un diseño ergonómico, pues de nada servirá un mueble que luego te de dolores de espalda. Es una inversión, al igual que tu escritorio.

Este debe ser amplio, contemplando que no solo irá en él tu computadora, sino agendas, libretas de anotación, tu taza de café diario y otros requerimientos específicos de tu actividad.

En este caso, ambos elementos cumplen una parte fundamental de tu trabajo: dedica el tiempo y la atención necesarios para elegirlos.

Mantente ordenado

Si bien muchas personas suelen calificarse a sí mismas como “desordenadas”, esta no puede ser una característica de un rabajador remoto. O al menos, debieran intentar ser lo más organizados posibles.

Esto incluye dos cosas: por un lado, que sobre el escritorio solo tengas el material con el que vayas a trabajar; el resto, guárdalo para cuando sea necesario. Nada de pilas y pilas de papeles, que tal como está comprobado, te distraen del foco de tus tareas.

Por otro lado, ayúdate con herramientas organizativas, como una agenda, un calendario en tamaño extra grande, papelitos de colores con recordatorios, y todo aquello que te sirva para ir marcándote un ritmo ordenado.

Distinguir entre el área de trabajo y el resto de la casa

Este consejo está apuntado a que diferencies el lugar de trabajo de los de ocio, la cocina o el comedor de tu hogar. Si vives en un espacio más pequeño, utiliza por lo menos un biombo o separador de espacios de madera, plástico o hasta tela. Esto es fundamental para que no te agotes ni sientas que siempre que estás en casa, debes trabajar.

Elige un rincón bien iluminado, con una buena vista de ser posible y verás cómo, pese a que estás dentro de tu hogar, podrás diferenciar cuál es el lugar de trabajo y cuáles los lugares para descansar.

Acondiciona bien el lugar en donde tendrás tu escritorio, pues en él pasarás muchas horas, y debe ser algo placentero, cómodo y, sobre todo, que te dé gusto trabajar en él. Imagina que, al contrario de lo que sucede en una oficina común, tú puedes elegir cómo quieres que sea. ¡Aprovecha esa gran ventaja!

Invierte en objetos y muebles útiles

Por fuera de tener tu escritorio y tu silla apta para el trabajo, debes también pensar y contemplar otros gastos de objetos con finesprácticos, que hacen a la organización y al orden.

Una biblioteca es indispensable, porque te permite aprovechar el espacio de manera vertical. En ella puedes guardar, además de libros, tus archivos en papel, útiles y demás menesteres de librería, y sumar, como toque de color, ese adorno especial o fotografía muy querida que te gusta mirar para inspirarte.

Si no tienes lugar para una biblioteca, aprovecha los estantes flotantes, que te permiten optimizar el espacio, colocar a tu alcance todo lo que uses para tu trabajo en casa.

Nunca olvides invertir en una buena lámpara de escritorio, por más que haya una luz general en la habitación; estar tantas horas frente a un portátil, como ya sabrás, cansa a la vista, y mucho más si no se trabaja con una luz adecuada.

Decorar con colores vivos

Luego de que hayas tenido en cuenta los consejos prácticos, y que hacen puramente al trabajo, puedes elegir muebles de tu estilo, y de acuerdo a tu gusto personal.

Verás que las alternativas son cientas, pues hay estilos adecuados a cada persona. Lo bueno sería que elijas colores vivos que hagan de tu sitio de trabajo un lugar alegre, por fuera de la lógica de las oficinas aburridas y oscuras. Verás que te dará mucho más gusto sentarte allí diariamente si el espacio tiene flores, carteles motivadores, y, sobre todo, si fue un lugar que pensaste con mucha dedicación. De esa manera ¡sí que da gusto trabajar!

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