¿Aplicaste a un trabajo remoto y te harán una entrevista pero no sabes bien cómo resolverla? Tranquilo, es una sensación muy común. Es una buena noticia que una empresa quiera conocerte y acceda a tener una entrevista contigo, aunque claro, debes estar bien preparado. La idea de este artículo es ayudarte a encarar esta parte del proceso con tips para no fallar y concentrarte en el objetivo, saber a qué tipo de preguntas puedes enfrentarte y qué cosas es mejor evitar.
Sitios para acceder a ofertas de trabajo remoto hay cientos. Pero eso no quiere decir que debas aplicar a todos, casi de manera automatizada. Es preferible que puedas elegir conscientemente qué tipo de puesto sería mejor para tu carrera, cuál te permitirá desarrollar tus habilidades y hasta significaría un desafío para ti.
Luego, pon mucho énfasis en tu carta de presentación y evita las presentaciones generalizadas; tomate un tiempo para analizar la empresa y elaborar un buen discurso, teniendo en cuenta a qué tipo de empresa te estás dirigiendo. Esto puede ser sustancial a la hora de que un potencial empleador se incline hacia ti u otro postulante.
Si lograste una entrevista, es un indicio de que tu perfil le ha interesado a la empresa, pero ahora llega tu turno de demostrar por qué eres el mejor para ese puesto. Esto implica, en primer lugar, conocer más acerca de quiénes podrían ser tus futuros empleadores.
Una buena manera de hacerlo es interiorizarse acerca de la cultura de la empresa, sus objetivos, sus valores y su visión en relación al nicho que ocupan. Ingresa a su sitio web y a sus redes sociales. Intenta establecer contacto con quienes trabajan allí, para que puedan contarte más de sus experiencias allí dentro. Este tipo de información puede resultarte útil cuando la empresa te pregunte (casi siempre lo hacen) qué podrías aportarle tú a la empresa.
El objetivo principal de una entrevista laboral, en este caso remota, es que la empresa te conozca mejor y determine si eres el adecuado para el puesto vacante. Sin embargo, también es una buena oportunidad para que tú sepas si el trabajo es para ti, y si te sentirás cómodo con la empresa. Por lo tanto, permítete que la entrevista se retroalimente con algunas preguntas tuyas, que desafíen a tu entrevistador, en un sentido positivo. Algunas de ellas pueden ser:
En primer lugar, y tal y como ocurre con una entrevista “cara a cara”, debes ser puntual, recuerda chequear el uso horario. Como en este caso la entrevista se hará por modalidad virtual, asegúrate que todo funcione: tu conexión Wifi, la carga de batería de tu computadora, micrófono, auriculares y la aplicación por la cual tendrán el intercambio. Todo debe estar listo para cuando la empresa inicie la conversación.
Según el puesto al que hayas aplicado, tu vestimenta también puede influir: es importante que, cuanto menos, te veas prolijo y ordenado.
Asimismo procura tener un fondo adecuado para la videollamada, siempre será mejor tener algún espacio con buena luz e idealmente con una pared lisa detrás.
Por otro lado, escucha atentamente las preguntas que te hacen el o los entrevistadores y responde de manera concreta, no divagues por intentar impresionar. Muéstrate tranquilo y no temas decir que no sabes una respuesta: la honestidad es mucho más valorable.
Las preguntas que te hacen pueden ser personales, sobre aspectos de tu vida cotidiana, sobre cómo responderías ante tal o cual situación, como te llevas con equipos de trabajo… intenta pensar algunas respuestas de antemano, pero ante todo, sé tú mismo. En última instancia, tu persona es lo mejor que puedes ofrecerle a la empresa.
El trabajo remoto va creciendo a pasos agigantados, y es necesario estar preparado para afrontar todos los desafíos que impone. El mejor consejo que podemos darte ante un proceso de selección es que seas analítico, reflexivo, y especialmente, estés preparado tanto para un sí como para un no de respuesta. Todo sirve como experiencia. ¡Adelante!