Una de las preguntas más comunes dentro de muchas entrevistas de trabajo remoto es cómo te sientes respecto a este estilo de vida o qué tipo de trabajador remoto eres. Es que, en realidad, aunque muchos crean que es sencillo y más cómodo, no es para todos y, para los entrevistadores y reclutadores, este dato es muy importante para asegurar la permanencia del nuevo empleado.
Por eso aquí queremos dejarte algunas preguntas y pautas que te ayudarán a resolver esta duda bastante común. No hay nada mejor que elegir con certeza y con información para asegurarnos buenos resultados y bienestar personal y profesional.
¿Soy compatible con el trabajo remoto?
Una de las cuestiones más atrayentes del trabajo remoto es la posibilidad de manejar los propios horarios, sin embargo, en realidad se trata mucho de autodisciplina. Acomodar horarios personales no es tan fácil para todos. Aunque es algo que también puede entrenarse, siempre es bueno preguntarse desde un comienzo, comparando con experiencias previas, si la autodisciplina es compatible con tu personalidad.
Por otro lado, también es muy importante tener en cuenta que el trabajo remoto es muy solitario. Por eso, si eres una persona muy sociable y que disfruta muchísimo de compartir su tiempo con otros, es elemental que te preguntes qué tanto estarías dispuesto a dejar atrás. El día a día remoto puede llegar a ser una carga para muchos en ese sentido.
¿Tengo realmente un lugar cómodo para trabajar?
Otra cuestión elemental, muy asociada a la concentración y la motivación, tiene que ver con el espacio. Aunque la idea más común es creer que se puede trabajar desde la cama o el sillón y que eso será algo relajante, en realidad no es un lugar ideal para trabajar. Si haces eso lo más probable es que termines por quedarte dormido y desperdicies tu tiempo.
En ese sentido, adentrarse en el mundo del trabajo remoto es tener la posibilidad de generar una oficina tranquila y productiva en el hogar. O, al menos, encontrar algún espacio para poder desarrollar tus actividades, tales como un coworking, un café o una biblioteca. Sea como sea, debes quitarte de la cabeza la idea de que podrás trabajar desde el sillón sin problemas, eso no es algo realista para mantener en el tiempo.
Algunos consejos
Por último, si después de haber leído lo anterior sientes que eres compatible o, de todos modos, quieres seguir adelante con tu proyecto, es importante tomar en cuenta algunos consejos que te servirán para poder acomodar tu rutina remota y hacerla funcionar.
En primer lugar, y en relación a la autodisciplina, es importante que sepas organizar tu rutina laboral de forma que no se mezcle con tu vida personal. Trabajar desde el hogar puede desdibujar ciertas fronteras que son saludables y vitales para una vida equilibrada: delimita tus horarios de forma estricta, aprende a descansar y no te olvides de pasar tiempo con tus seres queridos.
Por otro lado, aprende a priorizar y ejecutar tareas urgentes, eso es algo que ayudará muchísimo en tu cronograma laboral. Evitar la procrastinación es elemental para aprovechar tu tiempo al máximo.
Por último, debes tener en cuenta tu presupuesto a la hora de encaminarte en este nuevo mundo. Al principio tal vez debas afrontar algunas inversiones en equipos o mobiliario o, también, puede que debas esperar un tiempo para ver ganancias importantes. Entonces, se sabio con tu salud financiera ya que esta es imprescindible para cualquier proyecto de vida.
En resumen, antes de tomar cualquier decisión es bueno tomarse un tiempo para pensar y organizar los pensamientos. Esto evitará errores y arrepentimientos. Si crees que el trabajo remoto es lo tuyo, entonces ¡Adelante!
Desde WeRemoto te deseamos lo mejor en tu siguiente búsqueda y proyecto.