By: weremoto
October 26, 2022

¿Qué pasa en la cabeza de un procrastinador?

La procrastinación es definida como el hábito o la acción de retrasar las cosas, incluso dejándolas para un último momento límite. Esto, genera mucha frustración, ansiedad y problemas en muchas personas, ya que no permite llevar a cabo de manera eficiente y responsable las metas de nuestras vidas.

Por eso, Tim Urban, quien también se define como un procrastinador, comenzó a escribir sobre ello en su blog y ha realizado una charla TED sobre el tema, se sorprendió al encontrarse con tantas respuestas de personas contándole que estaban pasando por lo mismo. Así, se dedicó, de una manera muy divertida, a desentrañar el cerebro de los procrastinadores para comprender más a fondo cuál es la verdadera dificultad detrás de todo esto.

En este artículo te contaremos cuál es su análisis y porqué es necesario empezar a cambiar hábitos desde hoy. ¡Vamos!

El cerebro procrastinador

Tim Urban comienza contándonos que, como mucha otra gente, siempre solía dejar todo para último momento. Esto se convirtió en un problema aún mayor el día de su entrega de tesis para la cual tenía, en principio, un año de plazo y, sin embargo, terminó haciéndola dos días antes y obteniendo muy malos resultados.

Él, ejemplifica el funcionamiento de su cerebro a partir de la supuesta existencia de un timón comandado por un ser racional que viene acompañado de un mono. El pequeño mono representaría aquí nuestra parte más bien ociosa, aquella que se deja llevar por la diversión y no por la responsabilidad.

Sin embargo, el mono tiene un miedo: el pánico de las fechas de entrega. Ese es el único momento en que, finalmente, termina por soltar aquel timón para dejar el mando al ser racional. Pero, claro, a veces ya es demasiado tarde y, no solo se convierte en una práctica insalubre porque requiere demasiado trabajo de golpe, sino que también hace que los resultados no sean tan precisos como hubieran sido en un principio.

El verdadero problema

Pero, ¿qué pasa con aquellas tareas de la vida que no tienen plazos de entrega? Si el mono se asusta cuando se encuentra frente a una situación límite, ¿qué sucede cuando estas situaciones no existen? Aquí está el verdadero problema.

El desarrollo de una carrera propia, el crecimiento dentro de una relación, la actividad física y el cuidado de la salud y demás actividades beneficiosas para nosotros, no son precisamente situaciones en donde nos veamos obligados a actuar. El mono no tiene porqué asustarse porque nadie lo corre, pero, entonces, ¿Dónde quedan todos nuestros sueños, metas y proyectos?

Este es, entonces, el verdadero desafío. Sobre todo, cuando tenemos en cuenta que, al final, la vida no es tan larga y el tiempo perdido puede ser fatal.

En resumen, no debemos dejar que aquel mono nos quite nuestros sueños de las manos, debemos ser nosotros quiénes en verdad tomamos ese timón y decidimos por nosotros mismos.

Desde WeRemoto te deseamos una semana muy productiva para que puedas tomar las riendas de tu vida y trabajes por aquello que deseas. ¡Tú puedes!

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