En todo ámbito laboral, existen una serie de requisitos y habilidades necesarias para poder desempeñarse correctamente. Hablando del mundo del trabajo remoto, la persona debe tener una serie de características personales que le permitirán desarrollarse y crecer como un teletrabajador, y que, por supuesto, tienen muy cuenta las empresas a la hora de contratar. Te contamos con más detalles cuáles son algunas de estas habilidades y cualidades, para que analices con cuántas de ellas te sientes identificado.
Uno de los pilares de los trabajadores remotos: la organización. Trabajar desde casa, sin un jefe o coordinador encima de tus narices puede ser una ventaja, pero también una gran responsabilidad. Un buen trabajador remoto debe ser extremadamente organizado, contar con agendas, calendarios y horarios de trabajo bien establecidos, para llegar a tiempo con cada tarea.
Trabajar haciendo home-office, sin compañeros de trabajo alrededor, puede ser una desventaja si no eres una persona eficiente y motivada a ser productiva, aún estando en soledad. Un potencial empleador debe contar con que puedas desarrollar la tarea asignada en el tiempo correcto, de manera independiente (sin que eso signifique que no habrá feedback) y siendo autosuficiente. Dentro de esta cualidad, también se valora que seas capaz de tener iniciativa por ti mismo.
La procrastinación y la dispersión es uno de los errores más comunes en los que pueden caer los trabajadores remotos. Una de las habilidades que más se valoran en un virtual worker es el hecho que esté enfocado en lo que se hace, ya sea el trabajo en sí mismo, participando de una reunión o atendiendo a las correcciones del jefe de equipo. Si no te muestras atento a la situación, pese a la gran cantidad de distracciones que existen, probablemente sea algo que debas corregir.
En la instancia del trabajo virtual no existe el contacto “cara a cara”, por lo que la comunicación es otros de los aspectos más relevantes. Esto implica no solo que te comuniques a diario (o periódicamente) con tu jefe de equipo, sino que sepas intervenir en las reuniones virtuales, que sepas cómo manejar las herramientas de comunicación, y ser conciso en las respuestas.
Puede que suene contradictorio, pero en realidad tiene bastante sentido. Un empleador debe poder advertir que eres capaz de realizar tus tareas asignadas de manera independiente, pero siempre entendiendo la consigna del coordinador o, en el caso que lo tengas, del equipo de trabajo. Es esencial que el trabajador pueda mostrar que tiene confianza en su criterio, que capta las estrategias, pero que también responde a lo decidido en conjunto.
Y esto, naturalmente, no se refiere a una característica psicológica (eso se da por descontado), sino a que seas una persona que es capaz de combinar la vida social con el trabajo. Si bien a los empleadores les resulta interesante y efectivo que estés concentrado y seas productivo, también advierten otras cualidades personales. Por esto, no dudes, en cuanto se presente la oportunidad, de contar tus hobbies, deseos, gustos personales, que sin duda también evalúan los reclutadores, al menos en instancias de entrevista.
Los jóvenes que han nacido en plena era digital tienen una gran ventaja respecto del uso de las herramientas digitales, dado que las conocen muy bien. No obstante, cualquier tipo de trabajador remoto debe mostrarse como un experto en el mundo digital, y eso no abarca solamente a tu área, sino estar capacitado para manejar las aplicaciones de comunicación, de gestión compartida, de coordinación, redes sociales y todo lo que indique que realmente estás inmerso en el mundo digital.
Hacer trabajo remoto significa que no tendrás un jefe que te observará durante las ocho horas que estás trabajando. Por eso, una de las más relevantes características es ser auto-disciplinado: esto implica priorizar terminar las tareas a tiempo, aunque eso conlleve, dejar de hacer algunas cosas que tenías planeadas. La disciplina también se aplica en los horarios en que te despiertas, en respetar las horas de trabajo, en estar atento a los mails de trabajo, en tener una buena alimentación y hasta no trabajar en pijama.
Si consideras que cumples con estas características, posiblemente estés listo para ser un trabajador remoto. Pero si no las tienes, puedes trabajar para adquirirlas. Te alentamos a seguir buscando tu trabajo remoto ideal, y a luchar duro por convertirte en lo que los empleadores necesitan.